Esta parroquia, la de San Julián, nació con la restauración y organización de la Iglesia hispalense que realiza Fernando III y el obispo Raimundo tras la Reconquista de la ciudad en 1248, dividiendo Sevilla en 25 collaciones, por lo que es una de las iglesias más antiguas de la misma.
San Fernando, Patrón y Libertador de Sevilla
- Curiosidades del nombre del barrio: Instalada San Julián sobre una antigua mezquita cristianizada, la collación pertenecía al barrio denominado de los Hortelanos, luego de Rascaviejas, para más tarde llamarse de la Hiniesta y actualmente de San Julián.
- El templo que ha llegado a nuestros días es obra del siglo XIV en tiempos del rey don Pedro I de Castilla y su obispo Nuño, tras los daños sufridos por el terremoto de 1356 de cabo San Vicente (uno de los más terribles en la historia de España, especialmente en Sevilla).
- Originariamente San Julián presentaba tres puertas, la portada principal, que forma cuerpo independiente adosado a la fachada, es muy interesante, habiendo tres esculturas y franqueada por rosetones.
- En el lado del Evangelio hay otra puerta, clausurada desde tiempo inmemorial, por la que entró procesionalmente la imagen de la Virgen de la Hiniesta, Patrona del Ayuntamiento de Sevilla, magnífica escultura del arte gótico (Pincha en el enlace para acceder a la interesantísima historia de la Virgen, originariamente denominada de la Concepción, segunda en antigüedad en el mundo, tras la del Pilar). La veneración de la Virgen de la Hiniesta procede del caballero mosén Per de Tous, que la encuentra estando de caza y la trae a Sevilla en 1380. A partir de ese momento, la devoción crece y en el siglo XVI se aprueban las reglas de la actual hermandad.
- Es en 1649 cuando el Ayuntamiento
instituyó un voto perpetuo de acción de gracias por el fin de la
epidemia de peste que asoló la ciudad en aquel tiempo, desde entonces es Patrona del Ayuntamiento de Sevilla.
Puerta clausurada de la nave del Evangelio,
por donde hizo la magna entrada de la
Virgen de la Hiniesta (Foto: Víctor García)
Azulejo e inscripción que hacen memoria dela entrada por esta puerta de la
Virgen de la Hiniesta (Foto: Víctor García)
- En la nave de la Epístola se encuentra la otra puerta.
Detalle de la torre y puerta lateral clausurada
de la Epístola, por donde se inició la quema de la
iglesia en el "Moscú sevillano" de 1932
(Foto: Víctor García)
- En el fatídico año de 1932, llamado el "Moscú sevillano", fue quemada prácticamente toda la iglesia el 8 de abril. De los autores se sabe que fueron detenidos, resultaron ser dos residentes del propio barrio, homosexuales, Antonio Lagares, La Bizca y Rafael Aguilar, La Pinocha, según cuentan las crónicas, y que también habían pretendido infructuosamente quemar el convento de Capuchinos, la iglesia de San Gil y algunos domicilios particulares. Dichas crónicas nos dicen que finalmente fueron absueltos.
- El héroe de dicho incendio fue Fray Sebastián de Ubrique, superior del convento de los Capuchinos, que como cuenta Mundo Gráfico (una de las revistas más populares y modernas del primer tercio del siglo veinte dedicadas al fotoperiodismo) el 13 de abril de 1932 "al intentar lanzarse
temerariamente, llevado de la intrepidez que da la fe, a rescatar las
Sagradas Formas…"
(Fotos de historiasdeubrique.wordpress.com)
Como atestiguan las fotos de la época, la iglesia quedó totalmente devastada.
(Al poco tiempo a uno de los incendiarios del convento se le quemó un hijo, llamado Manuel González Romero, abrasado en aceite hirviendo.)"
Antonio Lagares, La Bizca
Rafael Aguilar, La Pinocha
(Fotos: Leyendas de Sevilla)
- Tras catorce años del infausto suceso se iniciaron las labores de restauración, siguiendo otras intervenciones posteriores en 1974 y 1993.
Nave central y laterales (Foto: Leyendas de Sevilla)
- Mencionar además como curiosidades que se trasladan a San Julián del desacralizado templo de Santa Lucía (también originario de la época de la #Restauratio de la Iglesia de Sevilla por San Fernando) diversos objetos de culto, la hermosa imagen de la Pureza, atribuida a Martínez Montañés o a Alonso Cano, así como parte de la feligresía. Recordamos también que de Santa Lucía hay traslados a otros templos como Santa Catalina, a donde se traslada la portada principal (notable muestra del arte arquitectónico del siglo XIV hispalense, colocada y restaurada por el arquitecto Juan Talavera, que fue regalada por Rafael González Abreu, gran mecenas, para ese sitio). Menos mal que Santa Lucía "era la iglesia más pobre de Sevilla", en opinión, algo discutida, de González de León.
- Dos hermandades hay en San Julián, la Hermandad de la Hiniesta, cuyo Cristo de la Buena Muerte y la Virgen de la Hiniesta son imágenes con mucha devoción en Sevilla, que tras el incendio de 1932 fueron tallados por Castillo Lastrucci, pues obligó a la hermandad a renovar su patrimonio; y la Hermandad de gloria del Rosario, en torno a la Virgen del mismo nombre, que residió en la iglesia de San Marcos hasta los terribles sucesos de 1932. Destacar que la devoción de la Virgen del Rosario en San Julián se remonta al mismo siglo XIII en que la fundó San Fernando.
Maqueta de Isbilya durante el cerco
de las tropas cristianas de San Fernando
San Julián, una de las 25 iglesias fernandinas que nos legó Fernando III a Sevilla y los sevillanos, a pesar de todo su patrimonio mermado, bien merece una visita para sorprendernos de que aún conserva reflejos de su gran esplendor.
Desde 1248 que el Rey Santo #FernandoIII reconquistara Isbilya, una de sus preocupaciones primordiales fue erigir iglesias y collaciones para fomentar el culto cristiano, con la inestimable ayuda del obispo D. Raimundo (también llamado Remondo, a la postre arzobispo de Sevilla, oriundo de Segovia). Así, las antiguas mezquitas y sinagogas fueron reemplazadas y sustituidas por parroquias en los diferentes arrabales y barrios de la ciudad.
Afirma la tradición que ya desde la #Reconquista existieron en Sevilla 25 parroquias, inmortalizada en una copla antiquísima que dice:
"25 parroquias tiene Sevilla,
25 campanas la Giraldilla*"
*Se refiere al cuerpo de campanas construidas posteriormente por Hernán Ruíz.
El dato numérico de las #parroquiassevillanas es relevante, pues desde el siglo XVI al siglo XX no se erigió parroquia alguna por causas de las epidemias, la pérdida de la exclusividad del comercio con las Indias (cuando se trasladó el monopolio del puerto hispalense con América a Cádiz) y demás circunstancias diversas que determinaron que la población de la ciudad disminuyera.
Se erigieron 24 (más una) iglesias parroquiales, ninguna ciudad de los reinos peninsulares tenía tantas. Veinticuatro, un número perfecto, como los 24 ancianos que adornaban los tímpanos de las iglesias góticas, una doble docena que permitía resumir, en expresión de Julio González, la letanía, por excelencia, la de los Santos:
- El Salvador.
- Santa María.
- Los apóstoles San Pedro, Santiago, San Andrés y San Bartolomé.
- El evangelista San Marcos.
- El arcángel San Miguel.
- El profeta San Juan Bautista.
- Los mártires San Esteban, San Lorenzo, San Vicente y San Román.
- Los obispos y confesores San Martín, San Nicolás, San Julián y San Gil.
- Los doctores de la Iglesia San Isidoro y San Idelfonso.
- Las santas y mártires Santa María Magdalena, santa Lucía, Santa Catalina y Santa Marina.
- Y finalmente, como no podía ser de otra manera, Todos los Santos, Omnium Sanctorum.
Y una de ellas es esta joya de San Julián, con la que el obispo Raimundo y #FernandoIII restituyen el culto en #Sevilla, que bien merece una visita.
Para saber más de esta parroquia, de sus actos y actividades, fundada en la Reconquista de Sevilla puedes acceder a:
Escrito por VÍCTOR GARCÍA
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