CUADROS CON HISTORIA:
La rendición de Breda.
VÍCTOR GARCÍA. "La rendición de Breda" o "Las lanzas" es un óleo sobre lienzo, pintado entre 1634 y 1635 por Diego Velázquez y que se conserva en el Museo del Prado de Madrid.
Corría el año 1625 y el 2 de junio la ciudad de Breda se rinde a las tropas españolas de Ambrosio de Spínola.
Breda fue un feudo de la Casa de Brabante desde el siglo XII hasta el año 1404, año en que pasó a manos de la Casa de Nassau.
Fue conquistada por los españoles en el año 1581, en tiempos del reinado de Felipe II, y en 1590 fue reconquistada por los holandeses. Éstos mantuvieron el control sobre la ciudad hasta 1625, cuando las fuerzas españolas obtuvieron su capitulación. Este evento fue recogido por Velázquez en su pintura sobre tela La rendición de Breda. Finalmente, los holandeses la recuperaron en 1637.
Felipe IV nombró como jefe supremo de la expedición a Breda al mejor estratega a su servicio conocido en aquella época, al aristócrata genovés Ambrosio de Spinola, que se puso al mando de 40.000 hombres más un buen número de generales españoles, como el marqués de Leganés y don Carlos Coloma, militares muy famosos.
La ciudad de Breda estaba defendida por Justino de Nassau, de la casa de Orange. El cerco y sitio a la ciudad fue una lección de estrategia militar. Algunos generales de otras naciones acudieron allí en calidad de lo que hoy se entiende como «agregado militar», para conocer y observar la táctica del gran Spinola. Lo principal era impedir que hasta el sitio llegaran refuerzos de víveres y municiones. Para ello se realizaron una serie de acciones secundarias; una de las que más éxito tuvo fue el anegar los terrenos inmediatos e impedir así el paso a la posible ayuda.
Las crónicas de la época cuentan que la defensa de Breda llegó a ser heroica, pero la guarnición tuvo que rendirse y levantar la bandera. Justino de Nassau capituló el día 5 de junio de 1625. Fue una capitulación honrosa que el ejército español reconoció como tal, admirando en su enemigo la valentía de los asediados. Por estas razones permitió que la guarnición saliera formada en orden militar, con sus banderas al frente. Los generales españoles dieron la orden de que los vencidos fueran rigurosamente respetados y tratados con dignidad. Las crónicas cuentan también el momento en que el general español Spinola esperaba fuera de las fortificaciones al general holandés Nassau. La entrevista fue un acto de cortesía, el enemigo fue tratado con caballerosidad, sin humillación. Este es el momento histórico que eligió Velázquez para pintar su cuadro e inmortalizarlo universalmente para la posteridad.
Conferencia impartida por Juan J. Luna, Jefe del Departamento de pintura del siglo XVIII del Museo Nacional del Prado.
Vídeo de Artehistoria.Para el Salón de Reinos del Palacio del Buen Retiro pinta Velázquez en 1635 una de sus obras más famosas: La Rendición de Breda, popularmente conocida como Las Lanzas. En este lienzo se representa un episodio de la Guerra con los Países Bajos ocurrido el 5 de junio de 1625. Tras un año de sitio por parte de las tropas españolas, la ciudad holandesa de Breda cayó rendida. Su gobernador, Justino de Nassau, entrega las llaves de la ciudad al general vencedor, Ambrosio de Spínola. Pero Velázquez no representa una rendición normal sino que Spínola levanta al vencido para evitar una humillación del derrotado; así, el centro de la composición es la llave y los dos generales.
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