Una de las 25 collaciones fundacionales de la restauración del culto cristiano y de la organización de la Iglesia Sevillana
Contrariamente a lo que las apariencias muestran y lo que se pudiera pensar, Santa María Magdalena fue de las #parroquiassevillanas erigidas al hacerse la #Restauratio de la Iglesia hispalense por el rey Fernando III y el obispo don Remondo tras la Reconquista en 1248.
Foto del interior de la iglesia.
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sobre su fundación
(Fuente: rpmagdalena.org)
Todo parece indicar que el antiguo templo parroquial de Santa María Magdalena se erigió sobre una mezquita tras la Reconquista por San Fernando.
A cargo de los
religiosos dominicos, que asistieron a su ejército en la reconquista de
Sevilla, quedó la collación de la Magdalena, en terrenos cercanos al río, con abundantes y generosas huertas. En estos
lugares se construyó la primera edificación religiosa de la parroquia,
el convento de san Pablo.
Posteriormente, en tiempos del rey don Pedro I de Castilla y su obispo Nuño, se reconstruye siguiendo el estilo gótico-mudéjar similar al de otras iglesias de la ciudad de Sevilla tras los daños sufridos por el terremoto de 1356 de cabo San Vicente (uno de los más terribles en la historia de España, especialmente en Sevilla).
En 1692, el destacado arquitecto del barroco Leonardo de Figueroa comenzó la construcción del templo actual, que se había hundido dos años antes, en 1690. El 22 de octubre de 1724 se consagró, creando uno de los templos barrocos más impresionantes de la ciudad, destacando su policromía, las impresionantes yeserías combinadas sabiamente con el uso del ladrillo y el azulejo.
La calma duró poco, con el terremoto de 1755 de Lisboa fueron precisas nuevas remodelaciones, volviéndose a restaurar. Con los disturbios de la Guerra contra el Francés es objeto el templo del saqueo indiscriminado y cruel previo a su destrucción en 1811 en manos de los invasores.
Durante la invasión napoleónica se transformó la ciudad ensanchando calles y abriendo nuevas plazas, a costa de conventos e iglesias principalmente. Como dice Santiago Montoto, "los franceses y los afrancesados pretendían con aire de superioridad intelectual acercarnos a Europa, como por aquel entonces pedantescamente se decía -aún se sigue diciendo-, destruyó no pocos insignes monumentos en Sevilla en particular, y en España en general, so pretexto de ensanchar la población y dotarla de amplias plazas de que carecía. Así desaparecieron edificios notables; unos, por su interés histórico, y otros, por el mérito artísitico, y todos dignos de conservarse".
Entre esos edificios podemos hablar de la antigua iglesia fernandina de Santa maría Magdalena, objeto de este artículo, destruida por el gobierno invasor en 1811, como ya se ha comentado, para en su emplazamiento abrir la plaza que hay en la actualidad.
Cuando los franceses fueron expulsados de la península, la piedad de los sevillanos empezó a construir un templo en el solar del derruido, y cuando ya las obras estaban muy adelantadas, en 1842, se demolíó lo edificado y la parroquia de la Magdalena quedó definitivamente instalada en la iglesia de San Pablo, de la casa grande de los dominicos.
Del primitivo templo parroquial no hay muchas noticias, según el cronista sevillano del siglo XIX, el edificio en sí no tenía gran mérito y no encerraba sobresalientes obras de arte. El abad Sánchez Gordillo,
(Sevilla, 1561-1644,
Religioso e historiador.
Es nombrado abad mayor del clero de Sevilla en 1595. Tiene destacada participación en el Sínodo Hispalense de 1604. En 1612 ostenta ya los títulos de beneficiado propio, cura de la Magdalena y abad mayor de beneficiados.
Se distingue en la
investigación histórica local, en el campo el que escribe obras como
Memorial de la Historia Eclesiástica de la Ciudad de
Sevilla).
en su "Antología" dice al hablar de esta parroquia, cuyo cura fue, que está mencionada en el privilegio de Alfonso X el Sabio dio a los frailes de Santo Domingo haciéndoles cesión de una casa en la Magdalena. Afirma el erudito abad: "que fue iglesia mozárabe, atendida la traza de su campanario antiguo", aspecto este que Santiago Montoto no da mucho crédito.
Recreación del primitivo templo.
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Al trasladarse la parroquia al templo de San Pablo se llevaron a él muchas imágenes y objetos de culto del viejo edificio, entre otros la preciosa imagen de Nuestra Señora del Amparo, obra del siglo XVI, y la de la Magdalena, que está en el altar mayor, escultura debida al granadino Felipe Malo de Molina (1704).
Curiosidades:
Entre sus muros residió la primera sede la Inquisición y una lápida de su fachada recuerda que fray Bartolomé de las Casas fue aquí consagrado como obispo de Chiapas en 1544.
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y acceder a la página de la parroquia
(Fuente: rpmagdalena.org)
El patrimonio artístico que atesora en su interior impresiona por su
riqueza y cualificación estética, señala Santiago Montoto: "Su espectacular ciclo de pinturas
murales se debe a los pinceles de Lucas Valdés y Clemente de Torres. El
retablo mayor es el segundo en proporciones de la ciudad, después del de
la Catedral hispalense. En otros retablos colaterales se albergan
esculturas de Roque de Balduque (Virgen del Amparo), Juan Bautista
Vázquez el Viejo (Virgen de las Fiebres), Jerónimo Hernández (Resucitado
y Niño Jesús), Gaspar del Águila (Nazareno de las Fatigas), Juan
Martínez Montañés (San José con el Niño) o Juan de Mesa (Asunción) entre
otros". Por todo ello y más bien merece una visita este templo.
Don Remondo y Fernando III.
Vamos a recordar la importante figura del obispo de Fernando III y al propio San Fernando en la fundación y restauración de esta parroquia.
El obispo don Remondo, eclesiástico oriundo de Segovia, acompañó a San Fernando, siendo su consejero, confesor regio y notario, en la #Reconquista de Andalucía e Isbilya, sirviendo fielmente durante cuatro décadas a la Monarquía Castellana, encarnada primero en San Fernando y posteriormente en Alfonso X el Sabio.
La
división en collaciones y parroquias de la ciudad se lo debemos a estos
dos grandes personajes de nuestra historia, cuyo legado ha llegado a
nuestros días.
Estatua de Don Remondo en el Monumento
a San Fernando de la Plaza Nueva de Sevilla
(Foto: Wikipedia).
Constituye una de las personalidades más destacadas en la Castilla de la segunda mitad del siglo XIII, brillando extraordinariamente por sus dotes políticas, sólida formación intelectual y capacidad organizativa, como refleja la buena organización en 25 collaciones y #Parroquiassevillanas del Arzobispado de Sevilla, siendo el primer arzobispo de la ciudad después de la dominación musulmana, tras la renuncia a la carrera eclesiástica de uno de los hijos de Fernando III, Felipe de Castilla, con el beneplácito de su hermano Alfonso X.
Felipe de Castilla, hijo de Fernando III y
hermano de Alfonso X (Foto: Wikipedia).
Don Remondo asistió espiritualmente en 1252 al #ReySanto en sus últimos momentos, participando seguidamente en los funerales que se oficiaron en Sevilla por el Monarca. Todo ello lo plasmó espléndidamente Virgilio Mattoni en 1887 en el gran lienzo "Las postrimerías de Fernando III el Santo". Posteriormente, durante el reinado de Alfonso X, el obispo continuó siendo el confesor regio y participó en el bautizo del infante Sancho.
Detalle de "Las postrimerías de Fernando III el Santo",
de Virgilio Mattoni. 1887.
-Real Alcázar de Sevilla-
Para finalizar con la figura de tan magno personaje ligado a Santa María Magdalena y a Fernando III, y por ende a Sevilla, una muestra patente de la identificación de Raimundo con la Monarquía de Castilla: en 1253 fundó dos capillas en la catedral de Segovia en las que debía oficiarse una misa diaria por Fernando III y Alfonso X, así como celebrarse aniversarios por ellos y sus esposas tras sus fallecimientos.
Maqueta de Isbilya durante el cerco
de las tropas cristianas de San Fernando
Las 25 collaciones y parroquias de Sevilla que nos legó San Fernando y don Remondo
Santa María Magdalena, una de las 25 iglesias fernandinas que nos legó Fernando III a Sevilla y los sevillanos, a pesar de todo su patrimonio mermado, bien merece una visita para sorprendernos de que aún conserva reflejos de su gran esplendor.
Desde 1248 que el Rey Santo #FernandoIII reconquistara Isbilya, una de sus preocupaciones primordiales fue erigir iglesias y collaciones para fomentar el culto cristiano, con la inestimable ayuda del obispo D. Raimundo (también llamado Remondo, a la postre arzobispo de Sevilla, oriundo de Segovia). Así, las antiguas mezquitas y sinagogas fueron reemplazadas y sustituidas por parroquias en los diferentes arrabales y barrios de la ciudad.
Afirma la tradición que ya desde la #Reconquista existieron en Sevilla 25 parroquias, inmortalizada en una copla antiquísima que dice:
"25 parroquias tiene Sevilla,
25 campanas la Giraldilla*"
*Se refiere al cuerpo de campanas construidas posteriormente por Hernán Ruíz.
Estatua ecuestre de San Fernando en Sevilla
(Foto: Víctor García).
El dato numérico de las #parroquiassevillanas es relevante, pues desde el siglo XVI al siglo XX no se erigió parroquia alguna por causas de las epidemias, la pérdida de la exclusividad del comercio con las Indias (cuando se trasladó el monopolio del puerto hispalense con América a Cádiz) y demás circunstancias diversas que determinaron que la población de la ciudad disminuyera.
Se erigieron 24 (más una) iglesias parroquiales, ninguna ciudad de los reinos peninsulares tenía tantas. Veinticuatro, un número perfecto, como los 24 ancianos que adornaban los tímpanos de las iglesias góticas, una doble docena que permitía resumir, en expresión de Julio González, la letanía, por excelencia, la de los Santos:
- El Salvador.
- Santa María.
- Los apóstoles San Pedro, Santiago, San Andrés y San Bartolomé.
- El evangelista San Marcos.
- El arcángel San Miguel.
- El profeta San Juan Bautista.
- Los mártires San Esteban, San Lorenzo, San Vicente y San Román.
- Los obispos y confesores San Martín, San Nicolás, San Julián y San Gil.
- Los doctores de la Iglesia San Isidoro y San Idelfonso.
- Las santas y mártires Santa María Magdalena, santa Lucía, Santa Catalina y Santa Marina.
- Y finalmente, como no podía ser de otra manera, Todos los Santos, Omnium Sanctorum.
Y una de ellas es esta joya de Santa María Magdalena, con la que el obispo Raimundo y #FernandoIII restituyen el culto en #Sevilla, que bien merece una visita.
Para saber más
Para saber más de esta parroquia, de sus actos y actividades, fundada en la Reconquista de Sevilla puedes acceder a:
Escrito por VÍCTOR GARCÍA