San Fernando (Fuente: @CatedraldeSev)
Iglesia fundada por Fernando III
La Iglesia de San Isidoro es uno de los templos construidos tras la reconquista de Sevilla por parte del rey Fernando III en 1248, una de las 25 collaciones en que dividió el Rey Santo y el obispo don Raimundo la ciudad en la #Restauratio del culto cristiano.
Según algunos historiadores , como otros templos de la época, se construyó sobre una mezquita, de la que son restos la actual capilla del Baptisterio, hasta hace poco del Cristo de las Virtudes, y la hoy Colecturía, antes capilla bautismal, sin embargo, estos restos arqueológicos más parecen mudejáricos que almohades, como apunta Santiago Montoto,
Conviene aclarar estos aspectos, el término "mudéjar" procede de la palabra árabe "mudayyan" que puede traducirse como "aquel a quien le es permitido quedarse". Se llama así a los musulmanes españoles que permanecieron viviendo en territorio reconquistado por los cristianos. Es en 1859 cuando se emplea por vez primera el término cuando José Amador de los Ríos entra a formar parte de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando con un discurso "De la arquitectura mudéjar", para clasificar un tipo de arte peculiar y nuestro.
Portada principal y torre de San Isidoro
(Fuente: andalucia.org)
Portadas de la iglesia
La iglesia presenta tres portadas, destacando por su especificidad y singularidad la del lado de la Epístola: en la portada se sitúa un zaguán alargado, cuya parte extrema sirve de primer cuerpo a la torre, no se abre en el muro de la nave. Constituye una disposición que no encuentra analogía con ninguna otra construcción gótico-mudéjar de la baja Andalucía.
La portada presenta un arco apuntado muy acusado que encuadra toda la portada, presentando dentro de su vértice una interesante estrella de Salomón, símbolo judío muy extendido en la arquitectura bajomedieval.
Estrella se Salomón en la moldura
triangular de la portada de la Epístola
(Foto: Leyendas de Sevilla)
Leyenda sobre la edificación de San Isidoro.
Existe la leyenda según la cual la construcción parroquial se erigió sobre un solar del palacio de los padres de San Isidoro. Vamos a adentrarnos en la historia para comprender el simbolismo de la figura de San Isidoro y su familia, conociendo los hechos históricos previos y en los que vive la familia de San Isidoro, nos lo cuenta José Sánchez Herrero:
Los visigodos que ocuparon definitivamente Hispania a partir del 507, eran cristianos arrianos. En el año 552 los bizantinos, católicos, ocuparon una franja del levante y sur hispano cuando vinieron en apoyo del rey Atanagildo (555-567), arriano, que en el año 550 se había alzado en armas con la ayuda de amplios grupos de la nobleza hispano romana católica contra el rey Agila I (549-555), arriano y defensor de una política contra los católicos. El rey visigodo- hispano Leovigildo (568-586) logró la unificación de la Península Ibérica en el plano político, pero no consiguió la unión religiosa del reino. Los intentos de Leovigildo para conseguir la unidad religiosa bajo la fe arriana fracasaron. Esta unidad tendría que esperar hasta la celebración del III Concilio nacional de Toledo del 589 bajo el rey Recaredo, hijo y sucesor de Leovigildo. La familia de San Isidoro vivía en la provincia Carthaginensis que, en 554, se vio obligada abandonar ante la llegada a ella de unos extranjeros, que unos identifican con los bizantinos, mientras que para otros serían los godos, por oposición a los hispano-romanos. Sea como fuere, los estudiosos tienden a colocar la huida de la familia de
Cartagena o de la región levantina a raíz del enfrentamiento entre los reyes Agila I y Atanagildo... En uno y otro caso la familia de Isidoro se retiró de la zona dominada por Atanagildo y se dirigió a la ciudad de Hispalis (Sevilla). “No obstante es muy posible que siguieran manteniendo intereses en dicha zona. Durante algún tiempo, en una época posterior, vivió allí su hermano Fulgencio, y tal vez su hermana Florentina,
monja en un monasterio próximo a aquella zona, posiblemente cercano al Servitano” (L. A. García Moreno). San Isidoro era hijo de Severiano, que
pertenecía a una familia hispano-romana de elevado rango social; su
madre, en cambio, era de origen visigodo y, según parece, estaba
lejanamente emparentada con la realeza. La familia se distinguió por su contribución a la conversión de los
reyes visigodos (arrianos) al catolicismo. Tenía cuatro hermanos: san Leandro (arzobispo de Sevilla), san
Fulgencio (obispo de Cartagena y Écija), santa Florentina (que llegó a
ser abadesa a cargo de cuarenta monasterios) y Teodora o Teodosia, que
no fue santa, pero sí reina, al casarse con Leovigildo.
Templo dedicado a la advocación de San Isidoro de Sevilla
San Isidoro de Sevilla nació en el año 556 en la ciudad del Guadalquivir, era el menor de cuatro hermanos, que fueron unos obispos y otros fueron santos: san Leandro, san Fulgencio y santa Florentina. Isidoro, arzobispo de Sevilla, fue el obispo más sabio de su tiempo, poseía la mejor biblioteca de España, escribió varios libros, entre los cuales están las "Etimologías", que son como el primer diccionario que se hizo en Europa, la "Historia de los Visigodos", "Biografías de Hombres Ilustres"... San Isidoro fue como un puente entre la Edad Antigua y la Edad Media, siendo su influencia grande en toda Europa y especialmente en España. Se le conoce como "el último de los Padres latinos" y se le considera uno de los más importantes teólogos y escritores de la Iglesia católica en la Edad Media. Murió a los ochenta años el 4 de abril del año 636, de ahí que ese día de abril se celebre su onomástica.
Santo San Isidoro de Sevilla (Foto: ACI Prensa)
San Isidoro fue muy leído durante la Edad Media y Renacimiento (al menos diez ediciones fueron impresas entre 1.470 y 1.530), por lo que su influencia fue enorme entre sus contemporáneos. Todos los escritos históricos medievales de España estuvieron basados en sus obras. Hasta el siglo XII fue transmitido mediante traducciones de fuentes árabes, siendo una de las fuentes principales para la penetración en Europa de los trabajos de Aristóteles y otros autores griegos.
Leyenda del sueño del obispo Alvito y del cuerpo incorrupto de San Isidoro
Según cuenta la leyenda, corría el año de 1063 y Fernando I batallaba por tierras de Badajoz y Sevilla e hizo tributario suyo al rey taifa de Sevilla, Almutamid. El monarca castellano leonés le mostró su interés de recuperar las reliquias de Santa Justa y Rufina. Como el rey sevillano desconocía el paradero de tales restos el rey Fernando I envió una embajada para tal fin y recibió por parte de Almutamid todo tipo de facilidades. De esta manera, llegó a Sevilla una comitiva encabezada por el obispo de León, de nombre Alvito.
Transcurrido un año sin fruto ninguno de tales investigaciones por todos los templos visigodos de la ciudad, Alvito dió por imposible y fracasada la misión, comunicando a Almutamid su inminente regreso.
Y es en este momento cuando se desencadenan los hechos que han provocado que esta leyenda estuviera de boca en boca durante todo el medievo y permanezca hasta nuestros días.
La noche previa a su pretendido regreso a tierras castellanoleonesas se le apareció en sueños San Isidoro, vestido con blanca túnica y tocado con mitra de obispo, y es que San Isidoro, considerado el mayor erudito de su época, fue obispo de Sevilla durante casi cuarenta años. Como premio a su piedad y perseverancia, le comunicaría el lugar donde reposaba su cuerpo. Así lo hizo, pero, antes de que finalizara la aparición, añadió el santo un mensaje cuanto menos inquietante, que no podría concluir su misión, ya que fallecería en el plazo de tres días.
"Descubrimiento y traslado del cuerpo
incorrupto de San Isidoro".
Monasterio de San Isidoro del Campo,
Santiponce (Foto: ACI Prensa)
Al día siguiente encontraron el cuerpo incorrupto de San Isidoro debajo de una losa en lo que es ahora el Monasterio de San Isidoro del Campo en Santiponce, y al tercer día se cumplió la profecía del sueño.
Fue muy sentido en Sevilla tal acontecimiento y como curiosidad señalaremos otro lugar histórico de la ciudad (que por lo menos bien merecería una placa para reseñarlo): la comitiva castellanoleonesa salió de Sevilla con el cuerpo incorrupto de San Isidoro y el del obispo Alvito por la Puerta "Bab Macarana" (de la Macarena) con todos los honores teniendo como testigo privilegiado al propio rey Almotamid.
Fue la comitiva por la Vía de La Plata, al llegar a León se internaron en tierras pantanosas, no pudiendo avanzar los caballos, les taparon los ojos y salieron adelante, dirigiéndose hacia la recién construida iglesia de los Santos Juan y Pelayo, donde pararon y no quisieron continuar, que tras lo ocurrido se llamará de San Isidoro de León.
Esta leyenda tiene conexión con otra leyenda que comienza cuando la anterior termina
En la comitiva que regresaba a León con los cuerpos de san Isidoro y del obispo Alvito iba Ordoño, obispo de Astorga. San Isidoro fue depositado en la iglesia de San Juan (futura san Isidoro de León) y Alvito en la iglesia de Santa maría de Regla. Según la tradición, antes de que Alvito fuese sepultado, San Isidoro se apareció al rey Fernando I reclamando que su cuerpo estuviera presente en el entierro del de Alvito, como finalmente aconteció, por lo que el cuerpo incorrupto de san Isidoro estuvo presente en el entierro de Alvito.
Alvito, a pesar de no ser canonizado, fue venerado como santo en la iglesia de León, celebrándose su onomástica el 5 de septiembre.
San Isidoro está presente en el escudo de la ciudad de Sevilla
Prueba de su importancia, junto con San Leandro y el Patrón y Libertador de Sevilla, Fernando III.
Parroquia antigua y de rica feligresía
La parroquia de San Isidoro está localizada en el punto más alto de la ciudad de Sevilla, lo que atestigua la antigüedad de sus orígenes y pertenece al grupo de 25 collaciones y #parroquiassevillanas fundadas por don Remondo y Fernando III el Santo en 1248 con la Reconquista y la #Restauratio de la Iglesia y el culto cristiano en Sevilla.
De muy antiguo la parroquia se llamó de San Isidro, y desde el siglo XVII empezó a titularse de san Isidoro. A este templo hace procesión el Cabildo Catedral en algunas de sus fiestas, nos cuenta Santiago Montoto.
Detalle de paño de azulejos de la capilla
del Cristo de la Sangre o de los Maestres.
Obra de Hernando de Valladares -1609-
(Fuente: Wikipedia)
Como parroquia antigua y de rica ferligresía, por residir en ella desde antiguo gran parte del comercio de la ciudad del Guadalquivir, tuvo muchas y buenas obras de arte, como lienzos de Roelas, Felipe del Castillo, grandes cuadros de Lucas Valdés, Montes de Oca, Pedro de Campaña, Francisco Antonio Gijón, cuadros atribuídos a Murillo, azulejería del siglo XVII... que bien merecen una visita.
Retrato de don Miguel de Cervantes
atribuído a Juan de Jáuregui, (no existe ningún
supuesto retrato de Cervantes cuya
autenticidad haya sido establecida).
Autorretrato de Murillo -1670-
(Foto: Museo del Prado)
Destacar que fueron vecinos de la collación figuras tan ilustres como Miguel de Cervantes, el inmortal autor del "Quijote" y Bartolomé Esteban Murillo, que residió en la calle del Corral del Rey. Como curiosidad apuntaremos que algunos de los hijos del genial pintor recibieron en San Isidoro el sacramento bautismal, siendo el padrino de uno de ellos el venerable escritor y monje Miguel Mañara.
Miguel Mañara (Foto: Wikipedia)
Trasladamos una anécdota curiosa acaecida a Miguel de Mañara
(Fuente Wikipedia):
"Antes del cambio de vida de Mañara, yendo acompañado de su paje, Alonso Pérez de Velasco, le ocurrió un hecho considerado por Mañara como sobrenatural que se conoce gracias al testimonio de su acompañante. Yendo ambos una noche del palacio de la calle Levíes a una casa, existiendo riesgo para la vida de Mañara, pasaron por la iglesia de Santa Cruz y el paje oyó que se estaba cantando en ella como solía hacerse en los entierros. Entonces se asomó a la puerta y no vio nada. Continuaron andando hasta llegar a la calle del Ataúd y ambos escucharon a alguien decir "Traigan el ataúd, que ya está muerto". Después, Mañara cayó al suelo con la espada y el broquel que llevaba y no supo quién le había derribado. Tras esto, Mañara decidió regresar a su palacio dándole gracias a Dios por todos los beneficios que le hacía y, posteriormente, supo que aquella noche le estaban esperando para matarlo.
Cabe destacar que, en ese momento, no podía estar teniendo lugar ningún entierro. En 1604 tuvo lugar un sínodo convocado por el arzobispo Fernando Niño de Guevara que disponía que a los muertos no se les podía enterrar de noche y esta normativa seguía vigente".
Otros feligreses ilustres que recibieron sacramentos en este templo, ya sea el del bautismo, matrimonio u otros son Francisco Antonio Gijón, el poeta Cristóbal Mosquera de Figueroa, el historiador Peraza....
Vista general exterior
Tienen mucha devoción en San Isidoro
Se venera un Cristo en la capilla primera de la nave del Evangelio, el Cristo de la Sangre o de los Maestres, notable escultura gótica del siglo XIV, uno de los escasos Crucificados de la época que se conservan en Sevilla.
De igual forma, se venera y con mucha devoción en toda la ciudad la Virgen de la Salud, excepcional escultura italiana del siglo XVI
San Fernando, Patrón y Libertador de Sevilla
Hermandades de la parroquia
Hoy en día es parroquia y sede de la Archicofradía Sacramental de las Tres Caídas y de la Hermandad de Nuestra Señora de la Salud y San Ignacio de Loyola
.
Maqueta de Isbilya durante el cerco
de las tropas cristianas de San Fernando
Las 25 collaciones y parroquias de Sevilla que nos legó San Fernando y don Remondo
San Isidoro, una de las 25 iglesias fernandinas que nos legó Fernando III a Sevilla y los sevillanos, a pesar de todo su patrimonio mermado, bien merece una visita para sorprendernos de que aún conserva reflejos de su gran esplendor.
Desde 1248 que el Rey Santo #FernandoIII reconquistara Isbilya, una de sus preocupaciones primordiales fue erigir iglesias y collaciones para fomentar el culto cristiano, con la inestimable ayuda del obispo D. Raimundo (también llamado Remondo, a la postre arzobispo de Sevilla, oriundo de Segovia). Así, las antiguas mezquitas y sinagogas fueron reemplazadas y sustituidas por parroquias en los diferentes arrabales y barrios de la ciudad.
Afirma la tradición que ya desde la #Reconquista existieron en Sevilla 25 parroquias, inmortalizada en una copla antiquísima que dice:
"25 parroquias tiene Sevilla,
25 campanas la Giraldilla*"
*Se refiere al cuerpo de campanas construidas posteriormente por Hernán Ruíz.
Estatua ecuestre de San Fernando en Sevilla
(Foto: Víctor García).
El dato numérico de las #parroquiassevillanas es relevante, pues desde el siglo XVI al siglo XX no se erigió parroquia alguna por causas de las epidemias, la pérdida de la exclusividad del comercio con las Indias (cuando se trasladó el monopolio del puerto hispalense con América a Cádiz) y demás circunstancias diversas que determinaron que la población de la ciudad disminuyera.
Se erigieron 24 (más una) iglesias parroquiales, ninguna ciudad de los reinos peninsulares tenía tantas. Veinticuatro, un número perfecto, como los 24 ancianos que adornaban los tímpanos de las iglesias góticas, una doble docena que permitía resumir, en expresión de Julio González, la letanía, por excelencia, la de los Santos:
- El Salvador.
- Santa María.
- Los apóstoles San Pedro, Santiago, San Andrés y San Bartolomé.
- El evangelista San Marcos.
- El arcángel San Miguel.
- El profeta San Juan Bautista.
- Los mártires San Esteban, San Lorenzo, San Vicente y San Román.
- Los obispos y confesores San Martín, San Nicolás, San Julián y San Gil.
- Los doctores de la Iglesia San Isidoro y San Idelfonso.
- Las santas y mártires Santa María Magdalena, santa Lucía, Santa Catalina y Santa Marina.
- Y finalmente, como no podía ser de otra manera, Todos los Santos, Omnium Sanctorum.
Y una de ellas es esta joya de San Isidoro, con la que el obispo Raimundo y #FernandoIII restituyen el culto en #Sevilla, que bien merece una visita.
Para saber más
Para saber más de esta parroquia, de sus actos y actividades, fundada en la Reconquista de Sevilla puedes acceder a:
Escrito por VÍCTOR GARCÍA
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